Qué estás buscando

Probablemente es a Ti lo que estás buscando. Eso siempre y cuando te hayas dado cuenta que en las otras cosas: trabajos, estudios, relaciones, propiedades; no es posible encontrarte.

Sin embargo, puede que aún no te hayas dado cuenta de eso. En ese caso, será mejor que continúes (o comiences) haciéndote preguntas (las que siempre han estado ahí): quién soy. En qué me estoy convirtiendo. Hacia dónde va el curso de mi vida, es hacia allá hacia donde quiero ir, me siento realizada/o, plena/o yendo hacia allá o continua acompañándome ese malestar, vacío o ansiedad; que, aunque lo intente distraer, siempre encuentra su camino de regreso a mi?.

No te asustes con las preguntas, incluso si ellas han elevado esa sensación de vacío y zozobra. Pierde cuidado, esa sensación sólo te quiere decir algo, sólo quiere (necesita!) ser escuchada y contenida. Ello requiere que madures un poco más. Requiere que logres la fuerza para sostenerla un rato. Respira profundo, no te va a hacer nada (aunque en serio lo parezca). En un momento se irá y continuarás con tu rutina. Por ahora, mientras la sostienes, aprovéchala a ver qué te dice acerca de ti y del curso de tu vida.

Para ayudarte a comprender, te puedo compartir que esa sensación puede ser más bien una nostalgia: La de Ser. Es una extraña sensación, pues incluso puede que te sientas muy bien en muchos momentos, pero en el fondo, cuando las luces se apagan y las conversaciones se silencian, sientes que algo te falta, te descubres incompleta/o. Es la nostalgia de Ti, de tu verdadero Yo; aquel que sí sabe hacia dónde va tu barco. Y no la hallarás afuera, sólo está en tu interior.

Tal vez poco te habían hablado de esa parte de ti. Puede que nada. Pero una vez que comprendes tu necesidad de Ti, verás que todas tus preguntas se concentrarán en una sola: cómo Me encuentro. Ante esa pregunta, puedes estar aún más tranquila/o. Al formularte sinceramente dicha pregunta, ya asumiste que tu verdadero Yo existe, eso ya da tregua entre la angustia de no Ser. Luego, una vez planteada la pregunta (y siempre y cuando logres sostenerla durante el día, los días…), tus energías se irán orientando hacia ella. Es como la luz de un faro que llama como referencia a los navegantes. Porque es eso en lo que estamos: navegando. Y ello nos conduce a la última de las razones de tu calma momentánea: que respecto al “cómo”, otras/os, ya han recorrido ese camino y te lo pueden enseñar. No estás sola/o; Vuelve a Ti!

No te conformes con seguir leyendo al respecto, no dejes que otros te sigan hablando de ello. Búscalo tú misma/o, haz tu viaje, lánzate a navegar; te podemos enseñar. …pero nadie puede hacerlo por ti!